Disfrutar de la nieve virgen es algo que a todos nos gusta y se ha echo tendencia cada día con más fuerza, pero si no se tienen los conocimientos necesarios, nuestra aventura podría transformarse  en una verdadera tragedia.

Acá te dejamos una pequeña guía que te ayudará a hacerlo correctamente.

El esquí fuera de pista consta principalmente de 3 factores de riesgo:

1- El estado de la nieve

2- El desnivel del terreno

3- La habilidad del esquiador

Primero que todo tenemos que saber que la nieve es un factor muy variable en cuanto a sus propiedades físicas, ya que su comportamiento varía ante cualquier estado climático, ya sea viento, calor o frío.

Existen 4 tipos de nieve:

1- Nieve polvo: Ésta es ideal para esquiar fuera de pista ya que facilita el deslizamiento. Pero ten cuidado, ya que a su vez es la que provoca más acumulaciones, por tanto es la más propensa a crear aludes.

2- Nieve costra: Es aquella que debido a los fuertes vientos se crea una costra dura sobre la nieve. ¡Ten mucho cuidado ya que podrías romper una placa y crear un alud!

3- Nieve dura:  Es aquella que después de una nevada ha persistido durante las bajas temperaturas y, por tanto, se ha prensado. Acostumbra a tener alguna parte helada, lo cual puede hacer peligrar nuestra estabilidad sobre los esquís.

4- Nieve primavera: Es aquella que se forma con altas temperaturas después de una nevada. Acostumbra a ser pegajosa y muy peligrosa porque puede ocasionar paradas en seco y provocar luxaciones, roturas, esguinces.

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El desnivel del terreno es otro factor muy importante que tenemos que tener en cuenta a la hora de hacer fuera de pista. Independiente de nuestro nivel y del color de la pista, si somos principiantes en ésta área, siempre es mejor que busquemos un terreno que no tenga tanta pendiente.

Además, a mayor desnivel, mayor riesgo por la posibilidad de provocar fuertes aludes. Al pasar horizontalmente por la cima de una zona fuera pistas, corremos el riesgo de romper una placa y causar un alud, y si le sumamos una pronunciada pendiente podría ocasionar un grave accidente.

¿Qué tenemos que tener en cuenta para prevenir avalanchas?

1. Es imprescindible conocer el recorrido que se seguirá y saber qué zonas son más peligrosas.

2. Debemos informarnos de la previsión meteorológica y del riesgo de aludes antes de salir.

3. Conviene que llevemos material adecuado, preferiblemente una pala, un A.R.V.A. y una sonda.

4. Evitar las vibraciones producidas por gritos, movimientos bruscos y caídas.

5. Tenemos que dejar mucho espacio entre cada uno de los esquiadores y no practicar nunca solos el esquí fuera pistas.

6. Si cruzamos una ladera, debemos hacerlo por la parte más alta posible.

7. Es conveniente que llevemos las correas de los palos desatadas para que en caso de caernos, no nos quede la mano sujeta al palo.

8. Hemos de tener en cuenta el desnivel y el estado de la nieve.

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En resumen, debemos siempre respetar a la montaña y nunca confiarnos por muy buen clima que haga o por mucho que conozcamos la zona.  Y ahora ¡a disfrutar de freeride!

Fuente: www.esqui.com